Estas empresas son parte fundamental de nuestra comunidad de patrocinadores, organizaciones comprometidas que unen sus recursos y talentos para apoyar la obra de la iglesia. Cada una, desde su ámbito profesional y comercial, contribuye voluntariamente al crecimiento del Reino, demostrando que los negocios pueden ser una plataforma para servir y bendecir.
Como socios estratégicos, no solo proveen servicios de excelencia, sino que comparten nuestra visión de transformar vidas y comunidades a través del Evangelio, integrando fe y trabajo con un propósito eterno.
"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres" (Colosenses 3:23).